Ladrones se libran de ser linchados en la capital

Rubén Hernández

Enardecidos pobladores y comerciantes de la capital tlaxcalteca, intentaron linchar a 2 de 3 presuntos asaltantes que fueron detenidos por los ciudadanos después que encañonaron con arma de fuego a los propietarios del negocio con razón social “Ya estás” en la calle Lira y Ortega del municipio de Tlaxcala y se dieron a la fuga con el botín, pero pese a ello lograron ser capturados por los mismos habitantes.

Este hecho se dio este lunes, después de la una de la tarde cuando los 3 sujetos ingresaron, apuntaron con armas de fuego a los dueños del local y ataron con cinta canela, para darse a la fuga corriendo por las principales calles de la capital, a pesar de ello 2 de los 3 delincuentes fueron capturados por los mismos ciudadanos.

Así los vecinos corretearon a los delincuentes y lograron detener a dos de ellos, mismos que fueron trasladados a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

El primero fue detenido en la intersección de la calle Porfirio Díaz y Muñoz Camargo después de atravesar por la explanada trasera de la parroquia de San José en la capital del estado e intentar huir mezclándose entre la concurrencia.

Tras ser detenido, fue puesto a disposición de los uniformados y trasladado a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para las indagatorias respectivas.

El segundo delincuente se escondió en el interior de una miscelánea de nombre “La Comercial”, a un costado de la Parroquia de San José, donde los habitantes enardecidos llegaron para intentar lincharlo y ser detenidos por los elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) y de la Policía Municipal de Tlaxcala.

Entre gritos y empujones los policías estatales lograron hacer una valla para sacar al segundo delincuente y subirlo a una unidad de seguridad pública, luego que llegaron a un acuerdo con los afectados que junto con vecinos y comerciantes del centro histórico, intentaron golpear al asaltante pero, tras negociaciones, permitieron su traslado.

Enardecidos después del hecho los vecinos del cetro histórico arremetieron contra algunos policías cuando trasladaban las cosas robadas,  así como algunas pertenencias de los asaltantes.

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