La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, recibió apoyo público de los partidarios del Brexit en su gabinete tras perfilar un plan de emergencia para abandonar el bloque europeo sin llegar a un acuerdo, poniendo de su parte a los miembros de línea dura en momentos en que el país encara una ronda de conversaciones clave.

El secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, y el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, elogiaron a la premier después de su discurso, que mostró que el gobierno estaba dispuesto a retirarse de las negociaciones.

Pero May también dejó en claro que el Tribunal Europeo de Justicia tendría un papel en el período de transición que busca después de la separación, abordando un tema que es tabú para los abanderados del Brexit y es clave para que avancen las conversaciones.

“Si bien creo que es profundamente beneficioso para nuestros intereses que las negociaciones tengan éxito, también es nuestra responsabilidad como gobierno prepararnos para cualquier eventualidad”, les dijo May a los políticos.

Estos documentos “apoyan ese trabajo, que incluye establecer medidas para minimizar los trastornos para las empresas y los viajeros”.

Su intervención tuvo lugar en un momento sensible para las negociaciones del Brexit, en tanto las conversaciones están en su quinta ronda y los avances logrados son limitados a sólo 18 meses de la fecha tope para dejar el bloque.

La legislación creará un sistema “autónomo” para el Reino Unido y garantizará que el impuesto al valor agregado y las leyes de tasas e impuestos sigan funcionando si el país sale del bloque sin llegar a un acuerdo, según un documento del gobierno.