BARRALES, LA PROPUESTA VACÍA

Ayer en este espacio analicé someramente la capacidad de Claudia Sheinbaum para envolver en el ropaje verbal del fárrago seudocientífico el catálogo de pronunciamientos comunistas (por los lugares comunes) de su oferta para la Ciudad de México.

Hoy, a falta de otros documentos más recientes, expongo los cinco ejes (curioso, también el programa de CSP tiene cinco ejes), del pensamiento político redentor de Alejandra Barrales. Vale decirlo, estos puntos se han tomado de su página cuando llegó al Senado de la República después de un arreglo postelectoral con Miguel Ángel Mancera, de quien posteriormente fue secretaria de Educación.

Como se trata de anhelos y buenos deseos (no dan para más), no los supongo muy lejanos a sus actuales planteamientos una vez lograda la candidatura del Frente en el cual hizo alianza con Ricardo Anaya (PAN) y Dante Delgado (MC).

¿Cómo piensa Alejandra sobre esta ciudad? Así:

“Cinco ejes formarán parte de mi agenda legislativa en el Senado.

“1.- Combate a la Inseguridad. El fomento a la educación y el empleo son el mejor blindaje ante la delincuencia que acosa a nuestro país.

“Organismos nacionales e internacionales coinciden en que el sector más vulnerable es el de aquellos niños y jóvenes sin posibilidad de una mejor calidad de vida por carecer de las herramientas para desarrollar sus talentos y capacidades.

“De igual forma, la falta de empleos, dignos y bien remunerados, es detonador de pobreza, empleo informal, corrupción y extorsión, lo que por consecuencia es utilizado por el crimen organizado para engrosar sus filas de operadores.

“Hay que apostarle a programas sociales, bien estructurados, operados, medidos y vigilados, que fomenten la educación y el empleo.

“Hay que ser innovadores (a esta señora también la seduce la palabra innovación) y crear nuevos esquemas de organización, que involucren a los representantes de los sectores productivos del país: trabajadores, empresarios y gobierno, para que juntos construyamos una estrategia que detone el empleo.

“2.- Reactivación Económica. Mi planteamiento en concreto es crear a nivel nacional un Consejo Económico y Social, tomando como ejemplo el que opera (sin mayor utilidad, vale decirlo) en la Ciudad de México.

“Un Consejo que desarrolle diagnósticos por entidades y regiones, que permita impulsar la vocación económica de cada zona. Que sean los y las representantes de cada región los que con su experiencia de vida y respeto a su organización social, nos sirvan de guía para comprender cómo podemos colaborar para impulsarlos y así lograr la reactivación económica de nuestro país…

“Sumado a esto, será importante integrar programas de apoyo a mini-pymes y pymes, así como a las empresas familiares. Programas de capacitación —urbana y rural— y de autoempleo, así como programas con visión de género en donde la mujer reciba una remuneración justa por el trabajo que desempeñe.

“La participación de mujeres y hombres en la dinámica económica nacional es fundamental para activar un círculo virtuoso que rompa con los esquemas tradicionales que han mostrado su ineficacia (¡Ah!).

“3.- Educación. Académicos, organizaciones sociales y analistas, tanto nacionales como internacionales, así como la sociedad misma, reconoce y exige un replanteamiento a fondo del sistema educativo nacional.

“Con urgencia tenemos que revisar la situación de los niños y jóvenes a nivel nacional, conocer cuáles son los factores que detienen su formación académica, obligándolos a incorporarse a un mercado laboral que incluso arriesga su integridad.

“Tenemos que replantear el papel que juegan las escuelas en nuestro país y en la sociedad, para que se transformen en espacios para generar comunidad, donde se compartan valores como la cultura y el deporte.

“No debemos dejar de lado los programas sociales que ya han demostrado eficiencia, como los que operan ya en la Ciudad de México: programas de apoyo desde educación básica, con útiles escolares gratuitos, becas y fomento a jóvenes con talento.

“4.- Empleo. Desde mi experiencia laboral y como parte fundamental de los principios de la izquierda, siempre ha sido un eje rector la defensa equitativa —para hombres y mujeres— al derecho de contar con un empleo digno, con una remuneración justa y una capacitación constante que impulse el avance de quien se emplee, para que sus aspiraciones a una mejor calidad de vida sea una realidad.

“Mi trabajo estará centrado en lograr que en todo el país se respete lo que está por obligación estipulado en la Constitución: que todos los trabajadores cuenten con un salario bien remunerado que cubra las necesidades familiares. Es cuestión de justicia y una deuda que tenemos con todos los mexicanos.

“En este rubro la colaboración de la iniciativa privada es la pieza clave, motivo por el cual los programas para impulsar el desarrollo de las empresas serán fundamentales. De igual manera, debemos de generar los mecanismos para que en todos los sectores se vigile la ejecución de lo establecido en la Reforma Laboral recién aprobada.

“De esto dependerá el combate a la informalidad, la extorsión, la corrupción, la falta de seguridad social”.

El quinto punto trata sobre la reforma política del entonces Distrito Federal, cosa ya superada y por lo tanto omitida.

En fin, puros rollos de ambos lados.

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