- El líder de la Sección 55 del SNTE pide a la SEPE solucionar el caso.
Isabel Miranda
La huelga de hambre que inició desde el 9 de enero la profesora de primaria Magdalena Piscil Baleón, hizo mella en su físico el martes cuando sufrió una descompensación metabólica que obligó a la intervención de paramédicos de la Cruz Roja Mexicana para estabilizarla.
No probar alimentos ni ingerir suficiente agua, hizo cerca del mediodía colapsar a la mujer que fue atendida en su casa de campaña que instaló frente a palacio de gobierno, desde donde hace casi 15 días demanda la reinstalación en su centro de trabajo ubicado en una primaria de Yauhquemehcan.
Solo con jugos y agua es como la mujer se ha mantenido en pie de lucha, pero aunque hasta este martes su salud no corría un riesgo grave, sí requería hospitalización para ser mejor atendida y normalizar su situación física; sin embargo, ella misma se negó a ser trasladada.
Los socorristas le dieron un número directo con ellos para que se comunicara en caso de alguna otra urgencia, dado que solo es asistida por unos pocos docentes del sindicato y de la coordinadora de trabajadores de la educación.
La huelga de hambre se debe a que la Secretaría de Educación Pública del Estado no la ha reinstalado en su centro de trabajo del que fue despedida injustificadamente en 2012, a pesar de que en 2016 la Junta Local de Conciliación y Arbitraje emitió un fallo en su favor para recuperar su plaza.
Sobre el caso, el secretario general de la sección 55 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Ignacio Díaz Grande, al que pertenece Piscil Baleón, pidió a la SEPE lograr un acuerdo sobre el caso que pone en peligro la vida de la maestra.
