Autoridades de Apizaco cobran lo que quieren y cómo quieren infracciones de tránsito

Georgina Ballesteros
Lupita N., ciudadana de Tlaxcala que acepta haberse pasado un alto marcado por el semáforo, exhibió en redes sociales a un par de empleados de la presidencia municipal de Apizaco, quienes en el momento que intentó pagar su multa ante la autoridad, ambos sujetos le quisieron cobrar lo que ellos consideraron, no fueron capaces de mostrar lo que debe pagarse de acuerdo al reglamento y al tratar de hacer cuentas y estas no les cuadraron, terminaron remitiéndola al Juez para que de esta manera la joven mujer cubriera su falta.
De acuerdo a lo platicado por la protagonista de esta absurda y burocrática historia, el pasado viernes, cuando circulaba por una de las calles de Apizaco se pasó un semáforo que marcaba el alto a través de la luz roja.
Ante la falta cometida y la llamada de un elemento de vialidad, que le marcó el alto, Lupita N. se detuvo, reconoció haberse pasado el alto y aceptó que le levantaran la multa.
Acto seguido, el elemento policiaco le recomendó a la ciudadana, acudir inmediatamente a las oficinas de la Dirección de Vialidad a pagar su multa, haciendo la acotación que por Ley, si pagaba en un plazo menor a los diez días le harían un descuento del 50 por ciento en el pago de su multa.
Es aquí donde empieza la historia que aparece en el video (https://youtu.be/0KhfC6YeZMM)
Al llegar a la Dirección, a la entrada, aparece un cartel, como si fuera una tienda de abarrotes, donde se enlistan las faltas cometidas y se marca el precio de la multa.
La ciudadana, infracción en mano, ante el mencionado cartel hizo cuentas y según ella le correspondía pagar una multa de cuatro días de salario mínimo.
Sin embargo, una señorita le dice que en realidad tiene que pagar cuatro días de multa, más otro ocho por haber manejado sin precaución.
– ¿Cuál falta de precaución?, pregunta la ciudadana.
– Cuando se pasa la luz roja del semáforo, siempre va incluida la falta de precaución. Le responde la burócrata desde atrás de una computadora y su escritorio.
Y enfatiza la empleada del ayuntamiento administrado por el presidente panista Julio César Hernández Mejía “así se maneja aquí siempre en estos casos”.
Y la ciudadana afectada les revira a los dos empleados del ayuntamiento que ella con gusto paga la multa, de acuerdo a lo que marca la Ley, siempre y cuando le enseñen el reglamento donde se marca la multa y le expliquen porque es otra cantidad diferente a lo que tiene exhibido en el cartel que está a la entrada de la oficina.
La oficinista le explica que el cartel no está actualizado, pues es de la administración pasada.
Y sobre el reglamento, señala que este tampoco está actualizado y lo están buscando en el internet.
Y cuando la afectada le dice que va a pagar 80 pesos, que es el valor actual del salario mínimo, por cuatro días que marca la infracción.
La conocedora empleada le revira señalando que “para empezar, el salario mínimo no es de 80 pesos”.
– Continúa la discusión entre ambas mujeres, la ciudadana y la empleada.
– De todas maneras, no son más de 100 pesos. Señala la afectada
– No, el salario mínimo es de 88 pesos. Señala la servidora pública
– De todas maneras, no son los 900 pesos que me quieres cobrar. Le revira Lupita N.
Y les exige una explicación, diciendo que no son los 900 pesos que le quieren cobrar, ni los 700 que dicen le cobrarían, ya con el descuento por pronto pago. Incluso les pregunta, para quién sería el dinero extra que le pretende cobrar.
El empleado, que afanosamente busca en la computadora el reglamento para justificar el cobro de la multa, dice que por eso les dan recibo, para que no confundan y para que no haya problemas.
La ciudadana insiste en que está dispuesta a pagar su multa de acuerdo a lo que marca el reglamento, pero pide que se lo enseñen.
Cansado de buscar sin éxito en la computadora, el empleado varón saca un engargolado y como todo un docto en leyes, va a una página de lo que se supone es el reglamento y lee:
– Por conducir sin precaución alguna y causar algún (inaudible)
– Mi infracción no dice eso. Mi infracción dice: no respetar indicación de la luz roja. Artículo 59 Fracción IV. Dice la ciudadana que les insiste a los dos empleados del ayuntamiento que le muestren el reglamento y con gusto les paga.
Un tanto acorralado, el empleado le dice, “le vuelvo a repetir señorita… finalmente, es como dice finalmente, es como dice, cuando vienen por luz roja, se cobra la luz roja y se cobra la falta de precaución…”
Y la ciudadana insiste que en la infracción no dice eso, pide que le enseñen el reglamento y la Ley donde se señale que eso debe pagar y con gusto cubre su multa.
Finalmente, la empleada del ayuntamiento apizaquense, al parecer, opta por hacer una llamada telefónica a su superior, y sale del paso diciendo a la ciudadana que serán los jueces los que resolverán el caso, la cita para el lunes y todo queda asentado en el video que acompaña esta nota.

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