La aplanadora inclemente

Las sesiones de la LXIV Legislatura del H. (a veces) Congreso de la Unión, nos promete un espectáculo maravilloso parecido a la ofensiva del mejor equipo de futbol americano (ya sabemos cual) o el show de los más potentes y acorazados monster trucks, jamás visto en la historia política mexicana de los tiempos recientes.

Una buena parte de ese espectáculo se dará fuera de los recintos parlamentarios, principalmente en el Instituto Nacional Electoral mermado en sus ingresos financieros, con sus consejeros en la mira del gobierno, con la crítica constante desde el púlpito matutino y con la renovación “a modo” de cuatro de sus miembros. No le queda mucho por delante.
Mientras tanto, se asfixiará económicamente a los partidos políticos.

Morena no necesita financiamientos público. En su favor operan los programas sociales del gobierno los cuales —ha dicho Ricardo Monreal, coordinador en el Senado—, serán inscritos en la constitución, lo cual garantiza branding, como dirían los mercadólogos. Y de lo demás, les sobra hasta para comprar los cachitos de la rifa del TP-O1.

Esta legislatura hará lo necesario para lograr una mayoría de los colores de Morena en las elecciones intermedias. Las palabras de Monreal son precisas y claras.
“Estamos conscientes de la histórica oportunidad que tenemos para lograr un cambio verdadero, y del papel protagónico que el Senado de la República está llamado a seguir desempeñando en esta Cuarta Transformación…”
Pero en el asunto de la renovación de los consejeros del INE, vale la pena revisar algunas declaraciones de los diputados quienes propondrán a los sucesores de Pamela San Martín, Marco Antonio Baños, Enrique Andrade y Benito Nacif.

“(Reforma).-La presidenta de la Cámara baja, la panista Laura Rojas, señaló que uno de los temas más importantes agendados para el periodo ordinario será la elección de los consejeros.
“Llamo a la ciudadanía a que esté pendiente (¿y cómo se pone pendiente la ciudadanía?), porque el INE es el pilar de nuestra democracia. Es una institución en la que todos contamos…”
Pero si ya Monreal defiende la oportunidad histórica, no le va a la zaga Mario Delgado, otro aspirante a dirigir el partido en cuanto las comadres terminen de pelear:

“(op.cit).- Diputados de Morena buscarán consensos con otras bancadas para aprobar la reducción del financiamiento público a partidos mediante nuevas fórmulas. El coordinador Mario Delgado dijo que será uno de los temas prioritarios del periodo ordinario…

“Vamos a tratar de convencer a los partidos de que es tiempo de dejar atrás el despilfarro de recursos, que las elecciones ya no se ganan con dinero”, expuso.

“Los partidos de oposición, dijo, han dicho que sí, pero no dijeron cuándo.

“En diciembre nadie nos apoyó. Morena sólo votó junto con el PES para que se quitara la mitad del financiamiento”, indicó.

“Actualmente, de la bolsa total de financiamiento, 30 por ciento se reparte de forma equitativa y el otro 70 por ciento se distribuye según el porcentaje de votación…

La fórmula es simple: se le produce una anemia perniciosa a los demás partidos, ya de suyo dóciles, incapaces y mermados y una vez arrinconados en la esquina de la miseria, se toma el control del Instituto Nacional Electoral como ya se ha tomado el rendaje de la Suprema Corte de Justicia y otras instituciones teóricamente fuera de la órbita del Poder Ejecutivo.

Así les resultará más difícil competir y casi imposible ganar.

Se les obsequiarán algunas posiciones menores y quizá hasta algún gobierno estatal en una nueva versión de las “concertacesiones”, pero nada más. La aplanadora no sabe otra cosa, sabe aplanar.

CHAPULTEPEC

Gabriel Orozco es un perfecto engañabobos. Si la palabra “bobo”, le parece feble y poco sonora, use otra de su preferencia, especialmente alguna con rime con lejos.

Gracias a esa habilidad para convertir una caja de zapatos vacía en un objeto con valor artístico superior, hoy se ha adjudicado un presupuesto de mil 668 millones de pesos para hacer “algo” en Chapultepec y las barrancas del oriente, colindantes con Santa Fe. La 4ª Sección; la 4ª transformación. Lindo.

¿Para qué?

“…un espacio de entretenimiento ambiental, no tanto de parque recreativo de diversiones y de espectáculo, sino de apreciación de la naturaleza, de nuestra cultura, nuestra biocultura (sic), nuestra biodiversidad (¡en la biomadre!)… dialogar con la contemporaneidad mexicana (le presento a doña Contemporaneidad, dialogue usted con ella, SVP); y en el que adolescentes y jóvenes puedan tener actividad, educación y expresión…”

Y la 4-T se la compra…

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