La industria tecnológica y el impacto del coronavirus Wuhan: cierre de fábricas, problemas de suministros y expectativas de retrasos

Redacción.

El coronavirus 2019-nCoV, más conocido como coronavirus Wuhan, es una emergencia de salud pública internacional declarada por la OMS. En el momento en que se escriben estas líneas, el virus, que todavía no se conoce del todo bien, ha provocado más de medio millar de muertes, principalmente en China, donde se encuentra su origen y, casualmente o no, las fábricas de medio mundo tecnológico.

Como era de esperar, la industria tecnológica espera verse afectada por este virus a nivel de producción. El coronavirus 2019-nCoV ha supuesto el cierre de fábricas, tiendas y negocios, tanto locales como internacionales, y no han sido pocos los fabricantes que esperan que este virus afecte a sus productos. En este artículo vamos a repasar los principales casos.

Cuando un virus cierra la fábrica del mundo

Antes de nada, conviene aclarar porque la expansión de un virus como el que hoy nos ocupa en China tiene tanta relevancia a nivel mundial. Ciudades como Wuhan, Guandong, Yiwu o Shenzhen son conocidas como las fábricas del mundo. De hecho, solo en 2017, la industria supuso el 40,5% del producto interior bruto, solo superada por el sector servicios, que fue del 51,6%.

China es el mayor productor del mundo, hasta el punto de que en torno a 130 empresas chinas están presentes en el ranking Global 500 de Fortune. Prueba de ello es que tiene más de 2,8 millones de fábricas repartidas a lo largo y ancho de su territorio, 22.009.092 entidades legales y que su producto interior bruto en 2019 fue de 14,3 billones de dólares (trillones de dólares estadounidenses). El 90% de sus recursos naturales, estimados en 23 billones de dólares, son carbón y metales raros.

Las empresas tecnológicas, en su mayoría, producen en China por diversos motivos, pero principalmente porque los costes de producción son más bajos, porque la productividad es más elevada y porque tiene excelentes comunicaciones a nivel de puertos y aeropuertos. El problema, claro está, es que un virus de semejante importancia como el que está sacudiendo el país lo para todo casi por completo, lo que significa que las empresas que allí producen, de una forma u otra, también se paran.

El dato: de acuerdo a la CNBC, 24 regiones de China han pedido a sus negocios y empresas que no vuelvan a trabajar hasta el 10 de febrero como pronto. Esas regiones, industriales en su mayoría, produjeron en 2019 el 80% del producto interior bruto y el 90% de las exportaciones. Parémonos un momento a pensar en lo que significa en términos económicos, tanto a nivel local como internacional, que estas empresas se queden paradas, aunque sean solo nos días.

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