Es Contla municipio sin Ley, algunos pobladores desobedecen medidas dictadas por alcalde ante coronavirus

Georgina Ballesteros

Habitantes de la cabecera municipal de Contla de Juan Cuamatzi lo volvieron a hacer y fueron noticia estatal y quizás hasta nacional, ya que en medio de las restricciones dictadas por las autoridades para evitar la cadena de contagios ante el coronavirus, los de Contla hicieron caso omiso, tal y como lo han venido haciendo con sus bailes populares y sus festividades religiosas, y esta vez celebraron en muchas de las casas de esa localidad el tradicional mole de feria.

Esto a pesar de que el alcalde Miguel Muñoz Reyes, de extracción perredista, de última hora lanzó un desplegado que al parecer circuló por las principales calles de la población e incluso se volanteó y se fijó sobre aparadores de los principales negocios de la ciudad que vio suspendidas sus fiestas patronales.

En el volante en cuestión se puede leer, entre otras cosas, que es un aviso urgente en el que se le avisa ala gente que ante la etapa de más contagios del coronavirus-SARS-Cov-2, se exhorta a la población a evitar el tradicional mole, evitar la movilidad de las personas y respetar las medidas de prevención.

Y da a conocer que “hasta el último reporte del 21 de mayo, CONTLA SUMA 14 CASOS CONFIRMADOS de coronavirus, 4 DEFUNCIONES, y 11 pacientes de en espera de resultados (sospechosos)”

El exhorto publicado llama a los habitantes de Contla a ser responsables y solidarios por el bien de nuestras familias y les recuerda que “quedándote en casa y cuidándonos unos a otros podremos salir adelante”, llamado que como se pudo constatar en fotografías, invitaciones y muros compartidos, poco les importó a algunos de los habitantes de esta localidad.

Ante estos hechos, tampoco faltaron los memes, publicaciones y el tren del mame en donde no bajaron a los contleños de irresponsables, inconscientes e incluso hubo quien les retiro el saludo y pidió denunciar los hechos de falta madurez por parte de los pobladores que hicieron mole en su casa y, desde luego, los mismos calificativos estuvieron dirigidos hacia quienes decidieron asistir a la tradicional comida anual.

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