Postales de la pandemia, tercera entrega

En la tercera entrega de “Postales de la pandemia”, fotógrafos, comparten historias como el hallazgo de un ícono de la saga “Star Wars” entre la basura durante un recorrido con recolectores de basura; la documentación del callejón 57 en Iztapalapa, lugar donde decenas de personas han muerto desde que inició la pandemia y pese a que no se ha confirmado que hayan sido víctimas de Covid-19, vecinos aseveran que fue a partir de un brote que se registró en la Central de abastos.

Medidas de prevención, como cargar un rociador con alcohol a todos lados, los gajes del oficio y la adaptación con la pandemia, lecciones que han dejado una larga carrera en el fotoperiodismo e incluso reflexiones sobre la muerte propia, son algunos de los pensamientos que comparten los fotógrafos de esta casa editorial a nuestros lectores.

Tesoro entre la basura, por Germán Espinosa

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“Trabajamos una historia sobre las personas que recogen la basura en el área de Neza. Estuvimos con los trabajadores de 9 de la mañana hasta mediodía. Una señora sacó su basura y había una caja de tenis y justo el Halcón milenario. Eso nos sorprendió a todos. Esta persona lo apartó y lo guardó en el camión, en un apartado que hay entre la caja donde va la basura y la cabina del conductor”, explica Germán Espinosa, autor de la imagen.

El fotógrafo explicó que viajó en la parte de atrás, “colgado” como los trabajadores, posición que no le incomodó debido al entrenamiento indirecto que recibió en sus años universitarios al usar transporte público.

“Noté que los trabajadores iban bien protegidos. Cuando la gente les entregaba la basura sí les advertían que en ciertas bolsas iban cubrebocas o jeringas. Algunos incluso les avisaban que había un posible caso de Covid-19 en su casa. Pero cuando no lo hacen, ellos alcanzaban a identificar en qué bolsas había desechos peligrosos”.

El callejón de la muerte, por Germán Espinosa

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Espinosa realizó esta serie de fotografías en el callejón 57 de Iztapalapa, cerca de la Central de abastos, lugar donde han fallecido 40 personas que, aunque no ha sido confirmado, vecinos y familiares aseguran que ha sido por contagio de Covid-19, a raíz del brote que se registró en el espacio mercantil.

“Ese callejón 57 está lleno de murales que mandó a hacer la delegación como parte de su programa cultural. La chica, que no quiso dar su nombre, fue una de las entrevistadas y nos contaba lo que pasaba mientras íbamos caminando y justo nos cruzamos con este mural de motivos prehispánicos. Creo que el mural, con la calavera de fondo se prestaba muy bien para el tema. También me gusta que justo cuando tomé la foto ella daba la impresión de estar preocupada, de ser vulnerable”.

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Respecto a la otra foto, “ella sólo estaba ahí sentada, sus amigos habían ido a la tienda de enfrente. Con el mural de girasoles justo hace parecer que ella está escondida entre las flores. Me sorprendió la falta de protección pese a estar en esa zona con tantos muertos; yo creo que piensa que porque es joven no le pasará nada”. 

“Íbamos paniqueados, -explica el fotógrafo sobre ese recorrido- llevamos toda la protección posible y nos estuvimos desinfectando todo el tiempo las manos, con un spray e incluso el carro. La careta estorbaba al inicio para tomar las fotografías, pero ya después uno se acomoda”, dijo Espinosa.

Presencia de la Guardia Nacional durante la instalación de un cerco sanitario en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, por Jacob García

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Jacob García, corresponsal de Chiapas, capturó el cerco sanitario que instaló la Secretaría de Salud al rededor del mercado Juan Sabines. La Guardia Nacional y el Ejército militar custodiaban la zona. García explica que días antes hubo un enfrentamiento entre la policía estatal y los vendedores ambulantes, cuando los primeros trataron de retirar a los segundos. “Hubo hasta piedrazos”, dijo.

“No me llamaron la atención los elementos militares, sino el letrero que dice ‘Uno por uno’. Me recordó al dicho mexicano, no sólo chiapaneco, en el que cuando hay una disputa uno dice ‘uno por uno’ a la hora que se reparten los golpes”, explicó el corresponsal, quien también aclaró que buscó capturar una imagen limpia.

Pese a la presencia de la Guardia Nacional, García explicó que ese día fue tranquilo en el centro de Tuxtla porque no había ambulantes, pero “fue la ciudadanía la que se tensó, preguntaba qué hacían ahí (los militares) y la zona fue evitada”.


Hombre barriendo en la plancha del Zócalo capitalino, por Diego Simón Sánchez

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“Cada que me agendan la conferencia de Hugo López-Gattel procuro llegar antes para tomar fotos de los aspectos que vea. En los últimos días he visto más gente, pero cuando tomé esa foto se puede ver lo contrario, eran las 18:30”, explicó Diego Simón Sánchez sobre la imagen del hombre barriendo en la plancha del Zócalo, a quien le sigue llamando la atención cómo el personal de limpieza de la CDMX trabaja ahora con caretas y cubrebocas, “pues ahora sí que es la nueva normalidad”.

“Me sorprende. Nunca antes había visto así de vacía la ciudad. No sólo lo percibes con lo visual, sino también con la ausencia del ruido. Se siente nostalgia, extrañas el movimiento y el ajetreo”, declaró el fotógrafo.

Protesta de personal médico de INER, por Diego Simón Sánchez

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“En esa protesta alegaban que al personal médico les han pedido reutilizar los insumos médicos, lavándolos y desinfectándolos. Algunos se manifestaron desde adentro del hospital porque no todos podían salir a la calle. Incluso, después de la protesta, el personal regresaba a seguir trabajando”, describió Sánchez sobre lo que sucedía en la imagen.

Sobre trabajar entre personas que están expuestas al virus, explicó que él se siente seguro: “Yo ando protegido con mascarilla, lentes y careta. Eso me da mucha seguridad. No toco a nadie. Además estamos cargando todo el tiempo un aspersor con alcohol. Esas medidas me ayudan para no estar pensando en si puedo contagiarme”.

Respecto a si le estorba la protección a la hora de trabaja, el fotógrafo reconoció que era muy incómodo, que cuando es necesario se levanta la careta y lidia con los lentes empañados por usar cubrebocas. Sin embargo, procura no quejarse: “la otra vez trabajé con una paramédico. Ella me dijo que al menos yo podía acomodarme la protección cuando siento comezón e incomodidad. Ahí me di cuenta que es más fácil este trabajo”.

Hombre en el Panteón civil de Ciudad Neza, por Jorge Serratos

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“Hubo cinco tomas antes de esa foto y la pasé (al periódico) porque el personaje entra en el punto de fuga visual. Si te das cuenta, él es el centro que atrae a tu vista y las líneas que forman las tumbas te llevan directo a él y hace la imagen más fuerte”, explica Jorge Serratos sobre su instantánea de carácter apocalíptico.

A lo largo de 27 años, Serratos ha tenido coberturas “fuertes”, como el terremoto de Haití o balaceras entre narcotraficantes: “Nada ha superado esta cobertura. No sabes cuándo te puedes contagiar. Es un enemigo invisible que no sabes donde lo puedes encontrar”, dijo el fotógrafo, quien también reconoce que lo que más lo impresiona es el riesgo de contagiarse y contagiar a sus seres queridos.

Niños viviendo la pandemia, por Jorge Serratos

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“Salí a buscar fotos para un fotoreportaje de cómo los niños viven la cuarentena. Estaba en la calle de Isabel la Católica casi con la calle de Regina. Una calle antes vi a lo lejos a esa familia y decidí alcanzarlos, pero del otro lado de la calle. Compraron unos cubrebocas y se sentaron a ponérselos. Solo una de las mamás me dijo que no es que fueran irresponsables, pero que los niños se fastidian en sus casas por el encierro y salen un par de horas a caminar con ellos”, relató el fotoperiodista.

Sobre la dificultad que implica fotografiar a la gente en la calle sin que ellos sepan, el fotógrafo explicó que es difícil porque sólo tiene unos segundos para tomar la imagen que busca.

“Si te identificas cuando la gente pregunta que para qué es la foto, la mayoría es amable. Siempre debes saber cuál es el riesgo que corres al tomar la foto. Ahí está fácil, pero imagina tomar a unos cuates cuando están asaltando la tiendita, ahí sí no. Debes saber cuándo y cómo hacer la foto para salir bien librado y con la imagen que buscabas. No vale la pena tomar una foto que ponga en riesgo tu integridad ni la de otra persona”, dijo Serratos sobre lo que ha aprendido en sus casi tres décadas de experiencia.

Fábrica de ataúdes Covid-19, por Juan Boites

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“Hallé esa empresa que tiene más de 30 años fabricando féretros. Ahora con la pandemia ellos pensaron que les iba a ir bien, pero con la cremación su negocio se ha ido para abajo. Los encontré porque vi que ofrecían ataúdes Covid-19 y los contactés por Facebook. Fue fácil que me invitaran pues porque han tenido bajas ventas”, describe Juan Boites, autor de las imágenes sobre cómo encontró esta fábrica que ahora trabaja en un féretro especial para víctimas del nuevo coronavirus.

En la primera foto se ve a una mujer revisando el interior de uno de ellos: “Ella se encarga de pegar el vidrio y colocar una tira bordada sobre las bisagras de fierro para que se vea bonito; en sí se encarga de la estética”.

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En la segunda imagen, “Se ve a un hombre cargándolo con una naturalidad, como si fuera un bote de agua. Pregunté cuál es el sentido de poner una almohada para la cabeza, me dijero que era para levantar un poco la cabeza y pues sí, al final el asunto es el descanso eterno”.

“Es fuerte ver un montón de ataúdes juntos, pero al final uno los va a necesitar. Estando ahí pensaba en cuál me gustaría para mí. El ataúd Covid lo hacen en tres colores, dorado, blanco y plateado. Eligiría el plateado, se me hace más neutro”, reflexionó el fotógrafo.

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