Con semáforo rojo René Lima mandará al matadero a cientos en SESA

Rogelio Sánchez

El próximo 3 de agosto, más de mil 300 trabajadores de la Secretaría de Salud de Tlaxcala (SESA), entre personal de enfermería, médicos y de administración enviados a cuarentena por ser propensos a contraer COVID-19, retornarán a sus centros de trabajo, sin embargo, las condiciones que presenta el estado, no son las óptimas.

Y es que, de acuerdo al propio secretario de salud, René Lima Morales, el incremento en la movilidad de los ciudadanos ocasionará el regreso de la entidad al semáforo rojo, con esto, el regreso de los trabajadores de SESA presenta alto riesgo de contagio.

Previo al retorno a las actividades en la SESA, actualmente se aplican cursos de introducción a los protocolos de ingreso a los centros de salud y hospitales, empero, no se están realizando pruebas de COVID-19 a sus empleados, por lo que se prevén brotes intrahospitalarios al no vigilar el estado de salud de los mil 300 trabajadores que ingresarán, aún más si el 70% de los contagios ocurren en el transporte público. 

Es de señalar que en Tlaxcala no se emprendieron acciones para resguardar a médico a y enfermeras de posibles agresiones en tránsito a sus sitios de trabajo, más que la portación del uniforme únicamente al interior de estos. 

Aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya considera la enfermedad por COVID-19, por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no ha hecho lo propio, dejando desprotegidos al personal de salud en riesgo; del mismo modo, la SESA omitirá el acuerdo que ordena a los trabajadores del estado mantenerse bajo resguardo hasta el 1 de octubre, dicho por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Lo anterior, revela que en Tlaxcala ya existe desabasto en recurso humano ante un incremento en casos de COVID-19 entre el personal y que el funcionario Lima Morales no ha admitido hasta la fecha. 

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