Hacer que un material que no es atraído por un imán pase a ser atraído por este

Redacción

Mediante electricidad, se ha conseguido que un material al cual los imanes no pueden atraer y que de hecho repelen levemente, pase a ser atraído por estos.

Dicho de modo técnico, se ha logrado, mediante voltaje, inducir ferromagnetismo en un material diamagnético. Los imanes repelen a los materiales diamagnéticos y atraen a los ferromagnéticos, como por ejemplo el hierro.

El logro es obra del equipo internacional de Chris Leighton, de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos.

El material en el que Leighton y sus colegas han obrado esta llamativa metamorfosis es el sulfuro de hierro, también conocido como pirita. Este mineral es abundante y barato.

La metamorfosis podría ser el primer paso en la creación de nuevos materiales magnéticos valiosos para dispositivos de memoria de ordenador más eficientes energéticamente.

Leighton y sus colegas, incluyendo a Eray Aydil de la Universidad de Nueva York y Laura Gagliardi de la Universidad de Minnesota, han estado estudiando el sulfuro de hierro, o pirita, durante más de una década para su posible uso en células solares. Desafortunadamente, no ha sido posible encontrar una manera de hacer al material lo suficientemente eficiente para fabricar con él células solares de bajo costo.

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Cubos de pirita. (Foto: Helen Gibbons, USGS)

Los resultados de los experimentos fueron inesperados hasta para los propios investigadores. “Nos sorprendió bastante que funcionara”, confiesa Leighton. “Al aplicar el voltaje, esencialmente vertimos electrones en el material. Resulta que si se obtienen concentraciones de electrones lo suficientemente altas, el material tiende espontáneamente a volverse ferromagnético, lo cual pudimos entender con la teoría. Esto tiene mucho potencial. Al haberlo hecho con sulfuro de hierro, creemos que podemos hacerlo con otros materiales también”.

El siguiente paso en esta línea de investigación y desarrollo será intentar replicar el proceso a temperaturas más altas, lo que los datos preliminares del equipo sugieren que ciertamente debería ser posible. Leighton y sus colegas también esperan probar el proceso con otros materiales y demostrar el potencial de los dispositivos resultantes para funcionar de manera eficiente fuera del laboratorio.

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