El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu,exhortó a la Unión Europea a apoyar la iniciativa de paz Estados Unidos en el Medio Oriente, tras la decisión unilateral del presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel causando un repudio generalizado y enfrentamientos en territorios palestinos.
Durante la primera visita oficial de un primer ministro israelí a la sede de la Unión Europea en 22 años, Netanyahu dijo a los medios de comunicación en Bruselas que reconocer a Jerusalén fue simplemente poner los hechos sobre la mesa. Dijo que esperaba que muchos países europeos hicieran lo mismo que Trump en el futuro.
Sin embargo, funcionarios de la UE han dicho que no han escuchado ningún detalle sobre el plan de Estados Unidos para relanzar las moribundas pláticas de paz en el Medio Oriente.
“Debemos de darle una oportunidad a la paz. Creo que debemos ver lo que se presenta y revisar si podemos avanzar sobre esta paz”, dijo Netanyahu, previo a una reunión con los ministros de relaciones exteriores de la UE y con la jefa de política exterior Federica Mogherini.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia Jean-Yves Le Drian señaló que los miembros de la UE están impacientes para saber sobre los detalles de cualquier movimiento de paz por parte de Estados Unidos, de los cuales no se supieron nada durante la visita a Bruselas del secretario de Estado Rex Tillerson la semana pasada.
“Han anunciado una especie de iniciativa estadounidense. Hemos esperado por ella por varios meses. Si no es el caso, entonces quizás la Unión Europea debe de tomar la iniciativa, pero aún es muy pronto para decir algo concreto”, explicó Le Drian.
“Todo el mundo sabe que la resolución sobre la crisis del Medio Oriente pasa por negociaciones y el reconocimiento de dos estados”, agregó.
“Jerusalén podría ser la capital de Israel y un futuro estado palestino pero eso tiene que ser negociado entre las dos partes”, aseveró Didier Reynders, ministro de Relaciones Exteriores de Bélgica.
Reynders dijo la Unión Europea, como la principal donante de ayuda a los palestinos y un socio importante de Israel, tiene “un papel particular que desempeñar” en la disputa.
Los aliados europeos más cercanos a Israel, como la República Checa, advirtieron que la decisión de Trump no contribuye a los esfuerzos de paz.
Preguntado por periodistas sobre la decisión de Trump de cambiar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, el ministro de Exteriores checo, Lubomir Zaoralek, dijo: “Me temo que no nos puede ayudar”.
Sin embargo, los ministros de la UE reiteraron la posición del bloque de que el territorio que Israel ocupa desde la guerra de 1967 -entre ellos Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán- no son parte de las fronteras reconocidas internacionalmente de Israel.
“Estoy convencido de que es imposible reducir la tensión con una solución unilateral”, dijo el canciller checo Zaoralek a su llegada a un desayuno con Netanyahu. “Estamos hablando de un Estado israelí, pero a la vez tenemos que hablar de un Estado palestino”, sostuvo.
