Inteligencia artificial, la ‘obsesión’ en Davos

La inteligencia artificial (IA) se acercó a la cima de la exageración en la reunión de este año del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

La IA estuvo en boca de todos los jefes corporativos y políticos que asistieron a la conferencia. El miércoles, el término “inteligencia artificial” apareció en más de 20 titulares e historias que Bloomberg publicó sobre la reunión.

La primera ministra británica, Theresa May, anunció un nuevo centro financiado por el gobierno para asesorar sobre el uso ético de la IA y el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó un fondo de innovación de 10 mil millones de euros destinado a nuevas tecnologías… como la IA.

La IA será más importante que el dominio del fuego o la electricidad, dijo el CEO de Google, Sundar Pichai. El fundador de Alibaba, Jack Ma, advirtió que ésta y los robots van a “matar muchos empleos” y podrían comenzar una tercera guerra mundial. “Cada revolución tecnológica ha desequilibrado el mundo”, dijo Ma.

Muchos ejecutivos de tecnología reconocieron las preocupaciones sobre las consecuencias de la automatización y la inteligencia artificial en la fuerza laboral global. Pichai señaló que las compañías deben estar abiertas al explicar cómo se aplica la tecnología.

“Los riesgos son sustanciales”, dijo. “Pero la forma en que se resuelve es mirando hacia adelante, pensando en ello, pensando en la seguridad de la IA desde el primer día, y siendo transparente y abierto sobre cómo la llevamos a cabo”.

Kai-Fu Lee, exjefe de China en Google, habló sobre un tipo diferente de amenaza existencial de la IA: el miedo a perderse. Los ejecutivos no deberían permitir que los departamentos de recursos humanos les digan que no pueden pagar los altos salarios que los expertos en IA buscan.

“Google está pagando un millón de dólares por estas superestrellas. Puede que no necesites a alguien tan alto, pero debes romper la escala para al menos una persona“, dijo el también exvicepresidente de la tecnológica.

Los sueldos de los especialistas en inteligencia artificial se han disparado en medio de una escasez de talentos de primer nivel, con personas con doctorados recién obtenidos que ganan arriba de 300 mil dólares y académicos de alto rango al mando de contratos multimillonarios por varios años. Los sueldos en DeepMind, una compañía de inteligencia artificial propiedad de Alphabet, promediaron 345 mil dólares en 2016, de acuerdo con los documentos regulatorios del Reino Unido.

Ginni Rometty, de IBM, invocó a Karl Marx, al señalar a sus colegas líderes empresariales que tenían la obligación de “preparar a los trabajadores del mundo para esta revolución”.

Johan Aurik, socio gerente de la firma consultora A.T. Kearney, argumentó que la IA podría automatizar una gran parte de la toma de decisiones corporativas. La mayoría de los gerentes dedican tiempo a la coordinación y el control administrativos, no al pensamiento estratégico ni a la resolución de problemas. La mayor parte de esas tareas administrativas podrían ser manejadas por la IA, dijo Aurik.

Si eso sucediera, ¿qué harían los ejecutivos con todo su tiempo libre? Probablemente gasten aún más en conferencias como Davos.

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