El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió ayer, en el marco de las reuniones previas al inicio de la Asamblea General de la ONU, un cerco diplomático para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

“Nuestro discurso no es belicista, pero nosotros sí hacemos un llamado a la comunidad internacional para que denuncie y aplique todas las sanciones que sean necesarias para lograr la transición”, indicó el mandatario.

En tanto, el canciller venezolano, Jorge Arreza, anunció que su país solicitará a la ONU una indemnización de seis millones de dólares por haber recibir a por lo menos seis millones de latinoamericanos de los cuales cuatro y medio millones son colombianos.

Además agregó que su país participará en la reunión de esta semana en la ONU, organizada por Colombia, donde se establecerán las bases de un fondo de ayuda para países receptores de migrantes venezolanos.

Se espera que el gobierno de Nicolás Maduro aproveche la máxima tribuna de la ONU para justificar el éxodo de venezolanos, unos 2.5 millones, según el organismo mundial, y responsabilizar a Estados Unidos de la crisis política, económica y social por la que atraviesa la nación sudamericana.

Arreaza también insistió en vincular a Chile, Colombia y México en el presunto atentado que Maduro sufrió en agosto pasado con drones, y les exigió abrir una investigación para aclarar “si hubo o no participación de algún funcionario de sus embajadas, en los planes de fuga de los responsables del ataque.

Los países “reaccionaron de manera muy extraña, tal vez para ocultar algo que nos preocupa”, comentó el canciller.