‘Guardia-García’: un thriller de la oscuridad y lo sórdido

REDACCIÓN

Verse a sí mismo comer de un cuerpo humano y sangrar por los ojos. De vuelta a lo oscuro. Una pesadilla. Esa es la primera escena que pensó Javier Solórzano Casarín para darle forma al mundo de Guardia-García.

La idea de una historia detectivesca que no se agotara en Sherlock Holmes ni se acomodara en el noir de las novelas de Dashiell Hammett o Raymond Chandler, habitó por cinco años la mente de Solórzano Casarín.

El director escribió, pulió, montó el guión durante tres meses; escogió locaciones, filmó, editó, repitió, repitió y repitió escenas hasta que fundió todo en la posproducción.

“Pensé la serie hace ya algún tiempo; la había cocinado en mi cabeza: era un thriller, algo policíaco, un género que me gusta mucho”, aseguró Solórzano Casarín, “escribí una primera versión del primer capítulo, del piloto”.

Esta ficción es una coproducción de Canal Once y North Films de ocho episodios documentados por Álvaro Velarde, donde Rafael Sánchez Navarro(Alfonso Guardia) hace dupla junto a Kristyan Ferrer(Jonás García): la suerte del talento mexicano grabado con el sello de Manolo Fábregas, desde la experiencia, y el pulso de la juventud forjado en cintas como Días de gracia (2011), Extraño enemigo (2018) y Guten tag, Ramón (2013).

“Empecé a dar vueltas con gente por aquí y por allá. Me recomendaron (el estudio de) ENTRELÍNEAS”, agrega el director, “hablé con David (Barraza) antes que nada y hubo buena relación. Me reuní con ellos en enero-febrero de este año; les conté de qué trataba y nos pusimos a desarrollarla”.

Cocinar la atmósfera

Pensar en lo sórdido, averiguar en la oscuridad y trabajar un guión desde una paleta de grises fue la misión de Carlos Marín, uno de los guionistas de ENTRELÍNEAS que trabajó la serie, y que trazó un puente entre las atmósferas de Lovecraft, los acertijos en la mente de David Fincher con sus películas Zodiac o Seven para dotar a Guardia-García de la la mirada de un nightcrawler.

“Esta serie no le pide nada otra en la calidad visual. Acá podemos apelar a lo nuestro y ver cómo estamos tocando los temas de la policía y los detectives forenses en México; cosas que se leen en los periódicos y los niveles de violencia que se viven”, comenta Marín.

En Guardía-García los asesinatos se tendrán que resolver sin pista alguna, principalmente feminicidios; pero sin hacer una denuncia explícita de la realidad mexicana, tomando esta como un motivo para darle forma a otra realidad.

“El arte puede redimir cualquier tema”, afirmó el crítico de cine Roger Ebertalgunos años atrás, y esa es una de las premisas para que los guionistas escriban y filmen desde la violencia, sin ningún estereotipo.

Cuando David Barraza, guionista de ENTRELÍNEAS, fue solicitado para escribir, no tenía idea de la disciplina que este proyecto tendría: un horario de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. sin permuta. La oración siempre fue: “era para ayer”.

El objetivo era no caer en la tentación de copiar series estadounidenses o inglesas, sino crear un producto que no se pareciera a un thriller gringo.

“Personajes como Élmer Mendoza o novelas como El Complot Mongol (de Rafael Bernal) eran referentes, así como las notas que habíamos leído: desde la prensa roja hasta el amarillismo”, de acuerdo con Barraza

Materia expuesta

Los recorridos al INSIFO (Instituto de Ciencias Forenses) y al Edificio de Ciencias Forenses de la UNAM fueron los caldos de cultivo para entender la muerte. Esta no se podía vivir desde las letras o conocer la espesura de la sangre con tan solo investigar en manuales de criminología o medicina. Olerla y reconocerse ante el otro (sin vida) era necesario.

Asimismo, el pasado y contar la historia de cada mujer asesinada era fundamental para entender el porqué de las cosas.

El asesino serial Mario Corona (Carlos Salgado), centro de los casos de Alfonso Guardia, fue motivo para buscar y seleccionar perfiles psicológicos de entre las bases de datos y moldear a modo y forma lo que se necesitaba para darle coherencia. Necesitaba ser icónico e inteligente.

Reescribir tres veces un guión

Solórzano, director de esta serie que se estrena este miércoles a las 11:00 p.m. por el Canal Once, metaboliza la realidad, toma fotos, se ciñe a la prueba-error y edita hasta conectar los rastros.

“Se reescribe tres veces un guión. En el cine y la televisión escribes cuando escribes la idea, lo reescribes cuando lo filmas, ya con el crew, y lo reescribes cuando lo editas, es cierto”, asegura Solórzano Casarín.

Para el director de Guardia-García, la serie no es un reflejo de la sociedad Mexicana, aunque existan guiños a la violencia de los últimos años; su principal objetivo es que el espectador se sumerja en una ficción.

“Esto no es México; eso no representa México. Eso no tiene nada que ver. Creo que eso nos limita mucho porque entiendo esa parte”, menciona, “nuestro país es muy particular, socialmente, culturalmente y, por esa razón, se tiene la oportunidad y el espacio de crear algo más allá de la realidad”.

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