El secreto del Rey Escualo por Ayari Velázquez.

El protagonista de esta historia sufre de mala fama y prejuicio siendo, a mi parecer, una criatura  incomprendida, magnífica, sublime y formidable: el tiburón blanco.

No escribo para encontrar culpables, pero pretendo que al finalizar esta lectura, no solamente los tiburones de cualquier especie, puedan ser percibidos con admiración y respeto, si no que podamos cambiar la percepción que tenemos sobre ellos respecto a ciertos adjetivos que se le han asignado a lo largo de los años (y las películas), adjetivos que probablemente nos describan mejor a nosotros como seres humanos, que a ellos.

La idea de escribir y defender lo que pareciera que es indefendible, surgió a raíz de preguntar a  la población, cuál es el concepto que tienen sobe el tiburón blanco. Decidí resumir las respuestas en cuatro opiniones:

1.-  Los tiburones son malos.

2.- Los tiburones son asesinos.

3.-  Los tiburones comen humanos.

4.- Los tiburones no son una especie inteligente.

Para abordar los primeros dos puntos debemos abordar el concepto de conciencia, si estudiamos la conducta de animales superiores y del hombre. Los mecanismos homeostáticos de regulación tales como la temperatura corporal, frecuencia respiratoria, presión sanguínea, entre otras; producen estados de conciencia particulares en los que se tiende a ejecutar una conducta que satisface o llena una necesidad.  El estímulo que va a desencadenar la regulación nos hace sentir hambre, sed o frió, y este estado consciente va a producir una conducta particular, independiente o no del estado de regulación homeostática que inmediatamente le sigue. Por tanto, estos sistemas no son independientes, ya que los estados particulares de conciencia, incluyendo la conciencia reflexiva o la conciencia directamente ligada a la percepción, podrían comportarse como estructuras de control y modificar la actividad de subsistemas automáticos. Todas las especies son capaces de regular de manera inconsciente dichos sistemas automáticos para una única función: sobrevivir. Entonces, ¿La maldad y la violencia son estados inconscientes? En el ser humano son más de un carácter decisivo, ante cualquier situación, teniendo opciones para responder al estímulo del ambiente, es decir la información genética determina la expresión de proteínas de neurotransmisores tales como serotonina y noradrenalina, además de la participación de estructuras cerebrales, especialmente regiones del lóbulo prefrontal y el sistema límbico, que es el encargado de la toma de decisiones, emociones  y que modula las respuestas agresivas que pueden ser a su vez moduladas por circunstancias ambientales, funciones resueltas por la amígdala, que funge como santo grial en esta nuestra historia sobre el rey escualo, órgano que retomaremos más adelante. Me gustaría agregar antes, la importancia que tienen los tiburones en el equilibrio de los ecosistemas, por ejemplo Los océanos, para estar sanos y equilibrados, necesitan tener una población de escualos suficiente. Como grandes depredadores, tienen una función importantísima en la regulación de la cadena alimenticia y proporcionan un equilibrio absolutamente necesario. Su alimentación es muy variada con lo que ayudan a mantener la cadena trófica oceánica: se alimentan de las especies más abundantes ayudando a equilibrar poblaciones entre diferentes especies. De esta manera evitan que se creen “invasiones” que monopolicen un área, ayudando a que exista mayor diversidad en un arrecife, por ejemplo.

En el Caribe la lucha por la ocupación de los arrecifes no solo se produce entre los peces, también entre las algas y los corales. La desaparición de los tiburones de estas zonas está beneficiando el incremento de la población de especies como meros, que depredan especies de arrecife. Estos pequeños peces tienen una función fundamental en la salud del arrecife ya que se alimentan de algas y otras especies vegetales equilibrando la batalla por el espacio entre corales y algas. De esta manera, la desaparición de los tiburones está ayudando a las algas a derrotar al coral y si desaparece el coral se pierde un espacio que asegura biodiversidad, refugio para miles de especie incluidos algunos grandes del océano como ballenas que entre su alimentación incluyen los huevos que los corales expulsan por miles de millones y al unísono.

Deberíamos empezar a plantearnos si podríamos vivir en un mundo sin tiburones. El mar absorbe un tercio del CO2 de la atmosfera, nos proporciona alimento y oxígeno y lo necesitamos sano para sobrevivir como especie. La desaparición de los tiburones dañaría seriamente el equilibrio de los océanos afectándonos directamente

 Al tiburón blanco debemos darle un lugar como depredador y cazador, ¿Son éstas características las que los vuelen malos y agresivos? Desdoblemos estos conceptos:

Depredar: tr. Dicho de un animal: Cazar a otros de distinta especie para su subsistencia. Real Academia Española © Todos los derechos reservados.

Cazador: 1. adj. Dicho de una persona: Que caza por oficio o por diversión. U. t. c. s.2. adj. Dicho de un animal: Que por instinto persigue y caza otros animales. Perro, gato cazador. Real Academia Española © Todos los derechos reservados.

Entendemos entonces que el depredador y ser cazador provienen o radican en su instinto de supervivencia. La maldad me atrevo a decir, es una característica de naturaleza humana, es una percepción de la realidad propia y de otros que la determinan pensamientos y acciones que son sometidos a un juicio de moral y buenas costumbres. La maldad es la toma de decisiones con conocimiento de las consecuencias negativas que pueda generar sobre un tercero o sobre nosotros mismos y que sin embargo llevamos a cabo, entonces he aquí un acto consiente, lo que nos lleva al punto número tres “Los tiburones comen personas”.

El ser humano tiene una fascinación por el océano, tanto es así que los trajes que utilizamos para bucear, así como nuestra manera de nadar, se asemejan mucho al nado y color de otros animales, por ejemplo los lobitos marinos, que evidentemente son alimento predilecto para los tiburones. ¿Es acaso que el ataque de los tiburones hacia los seres humanos tendrá que ver con la semejanza que estos perciben con sus presas predilectas? Hablemos entonces de la función de los órganos de los sentidos, éstos nos permiten interpretar lo que pasa en el medio exterior y responder a estímulos. Si traducimos esto a un panorama en el que el tiburón blanco conoce y domina, la interpretación del ambiente sería una respuesta instintiva: morder. El ser humano tiene los cinco sentidos desarrollados en base a experiencias y evocaciones, el tiburón blanco al no ser una especie superior en el sentido de interpretaciones, descubre su mundo a través de los sentidos del gusto, la vista y el olfato, poniendo al ser humano como una presa que se puede confundir fácilmente con sus alimentos habituales, ya que para lo que nosotros puede ser mera “imitación”, para ellos es una sugestión que responde al instinto de alimentarse. Retomemos a la amígdala, este órgano es en encargado de dar interpretación a  procesos cognitivos complejos. Este centro  se activa cuando existe alguna amenaza, si la amenaza es real por instinto se traduce en agresión, si no lo es, entonces la amígdala vuelve a su estado neutral ¿Cómo saber entonces si es una amenaza real? Cuando existe una lucha. El ser humano al ser atacado activa su amígdala para luchar y sobrevivir, es de esperarse que el tiburón se sienta agredido o amenazado y responde de igual manera. En esta lucha por la vida existe el mito sobre los puntos “débiles” del rey escualo, la realidad es que, este goza de un privilegio evolutivo: el control total sobre la amígdala y la interpretación del dolor. Entonces ¿Es el tiburón blanco una especie carente de inteligencia? No lo creo, es una especie que maneja a voluntad una de las estrategias evolutivas para la supervivencia, lo convierte ejemplar invencible, ¿El rey depredador? No.

Existe una especie que predomina y que hoy depreda a nuestro querido cazador. Pero sobre eso hablaremos en el próximo artículo: “¿Quién mató al tiburón blanco?”

Spoiler: No te sientas culpable, no fue el ser humano.

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