Las mujeres de Luz por Ayari Velázquez

FRAGMENTO

<< Él era un buen muchacho, en el recreo jugaba con nosotras a las comiditas y nos hacía trenzas que adornaba con flores que caían del palo de rosa. Los muchachos lo molestaban por eso, que porque caminaba raro, que porque no jugaba futbol, que porque si lo empujaban lloraba, que porque no era como los demás varones, a mí me parecía que era el único de ellos que era amable y educado. Tal vez esas son características que para le gente bruta, son de mal gusto. Bonifacio tenía ya diecinueve pero no podía pasar de primero de secundaria, así que lo dejaban repetir una y otra vez. Era de gran ayuda a los maestros: conocía todas las efemérides y las repetía gustoso  cada lunes durante la ceremonia; se sabía los pasos de todos los bailables así que ensayaba con nosotros, era el más alto de la escuela así que siempre ayudaba en el periódico mural, colgar las redes para jugar, trepaba cualquier árbol para sostener la cuerda de las piñatas en el día del niño y las posadas. Bonifacio era más feliz en la escuela que en su casa.

      En la escuela, sino era aceptado por los niños, era aceptado y valorado por los maestros y por nosotras; pero en su casa no era el caso, imagínate tener a Luz como mamá:  Boni párate bien, Boni juega con tus hermanos, Boni vete a ordeñar, Boni aprende a montar, a matar puercos, Boni ¿Por qué hueles diferente?, Boni deja las muñecas de tu hermana, Boni yo creo que estás enfermo, ¿Qué haz de tener?, ¿Boni qué haces con tu primo?, Boni deja los zapatos de tu hermana ¿No te sirvieron los trancazos de la vez pasada, quieres que te queme las manos otra vez? Pero si parece que te encanta porque siempre me das motivos para hacerlo. Boni ¿Ya viste a las muchachas? ¿Son bonitas, verdad?, Boni ya te hace falta una mujer ¿Qué va a decir la gente?, ¿Boni me estás escuchando?, Boni deberías ir por la noche a la cantina, tomarte una cerveza no te aleja de la gracia de Dios, pero la forma en la que miras a los hombre, sí. No solo estás condenándote tú, estás condenando a toda la familia ¡A mí, qué soy tu madre! Qué cargué contigo en mi vientre con amor, con ternura y esperanza, ¿No te apena tu pobre madre Boni? Hazlo por mí. >>

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