Tiran 755 MDP en “elefantes blancos” agropecuarios

Redacción

A pesar de ser proyectos que se edificaron para impulsar el desarrollo agropecuario de Jalisco, hoy en día no operan, se encuentran abandonados y, en el mejor de los casos, trabajan sólo a la mitad de su capacidad.

Estos son los casos del rastro de Acatlán de Juárez, el complejo de Ciudad Agropecuaria en Tlaquepaque, y la secadora de leche de Lagos de Moreno.

Los tres proyectos se iniciaron en años tan lejanos como 2005, y pese a recibir inversiones en conjunto por 755 millones de pesos (MDP), no funcionan al 100 por ciento.

El rastro de Acatlán de Juárez, que el sector ganadero considera indispensable ante su difícil situación económica y la baja de precios de sus mercancías, sigue sin operar.

Con este proyecto, que data de 2005, se pretendía sustituir la matanza de ganado que se hace en los rastros municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá.

El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de Jalisco, Alberto Esquer, reconoce la compleja situación del rastro, pero asegura que ya se trabaja en un plan para su reactivación.  “Esperamos tener terminado el estudio para este año y poderlo echar a andar el próximo 2020”, aseguró.

Adalberto Velasco, presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco (UGRJ), dijo que es importante que los ganaderos y el sector privado se sienten a dialogar para reactivar este matadero.

“Yo no entiendo esas divisiones porque siguen perdiendo todos. Lamentablemente a veces nos ponemos zancadillas”, indicó.

El proyecto de Ciudad Agropecuaria también luce en el abandono. En 2013 se inauguró la primera etapa de este complejo, en el cual se invirtieron cinco millones de pesos, pero ahora el edificio está vandalizado.

El terreno donde se edificó Ciudad Agropecuaria es un relleno donde se depositó todo el  escombro recolectado tras las explosiones del 22 de abril de 1992, y no cuenta con colector pluvial, lo que impidió detonar su desarrollo.

“Me da tristeza, es un predio que efectivamente se encuentra abandonado, se entregó en comodato al Consejo Agropecuario de Jalisco y el proyecto que se tenía ahí no se ha llevado a cabo”, reconoció Alberto Esquer.

La secadora de leche que se inauguró el año pasado en Lagos de Moreno trabaja apenas a la mitad de su capacidad. Los gobiernos federal y estatal aportaron 50MDP, y falta por añadir una inversión extra de 250 millones. Sólo se procesan lacto sueros, al no haber leche suficiente para deshidratar.

Un rastro detenido por 14 años

El rastro de Acatlán de Juárez era uno de los principales proyectos del sector ganadero. Su construcción inició a finales del 2005 y aunque se terminó, se encuentra en el abandono.

El matadero Tipo Inspección Federal (TIF), recibió inversiones cercanas a los 700 millones de pesos tanto de los gobiernos federal y estatal, como de los productores.

Sin embargo, actualmente está como “elefante blanco” debido a que fue clausurado por el Ayuntamiento de Acatlán de Juárez por dos problemas: la falta de pago de impuestos y un desperfecto en su descarga de aguas residuales.

A esto se suma la falta de acuerdos entre autoridades, organizaciones y ganaderos que han impedido que reinicie operaciones.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno del Estado, Alberto Esquer, reconoce que han tenido problemas en la operación de este matadero, por lo que se tendrá que realizar una serie de acciones para ponerlo a trabajar a más tardar el próximo año.

“Llevamos ya cerca de 10 reuniones en la Ciudad de México con quien acredita ser el dueño mayoritario por acciones del rastro, una dependencia federal que es Nacional Financiera a través del Focir (Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural)”, comentó.

Agregó que ya están trabajando en una mesa con la Secretaría de la Hacienda Pública y Focir para llegar a una solución.

Esquer dijo que el Rastro necesitaría por lo menos 70 millones de pesos adicionales a los 700 millones ya invertidos. “Hemos detectado que la planta de tratamiento (de agua) quedaría corta, entonces la idea es ampliarla y terminar la sala de matanza de cerdos”, añadió.

Fernando Corona, presidente del Consejo de Administración de Cárnicos Metropolitanos, una de las empresas socias del Rastro, pidió una revisión previa a su reapertura.

La Ciudad Agropecuaria, sin luz

Cuando se presentó en 2011, la Ciudad Agropecuaria fue proyectada como un complejo de clase mundial que contemplaba la instalación del Centro de InteligenciaAgroindustrial, un laboratorio, área de capacitación, un punto de inspección federal y un área para diversos desarrollos experimentales del campo de Jalisco.

Siete años después, la realidad es otra y el complejo, ubicado en el fraccionamiento Revolución del municipio de Tlaquepaque, está olvidado.

El proyecto arrancó en 2013 con el Centro de Inteligencia Agroindustrial, donde se invirtieron cinco millones de pesos. El Centro era una plataforma que daría a conocer información climática y predictiva sobre el potencial de los cultivos en el Estado.

Alberto Esquer, titular de Sader, detalló que ha estado en pláticas para sondear algunas opciones de lo que se podría hacer en el predio, entregado en comodato al Consejo Agropecuario de Jalisco (CAJ).

“En este momento no hay recursos presupuestados, tenemos que tomar decisiones en los próximos meses si el proyecto sigue o si el Estado decide pedir nuevamente la devolución del terreno por no haberse llevado a cabo dicho proyecto”, indicó.

Jacobo Cabrera Palos, presidente del CAJ, admitió que la falta de seguimiento de las nuevas administraciones, la mala decisión en la figura de su constitución y problemas entre particulares provocaron el abandono de Ciudad Agropecuaria.

“Son proyectos que necesitan el acompañamiento del Gobierno, además de conectividad y superficie”, declaró.

Como ejemplo de la falta de apoyo, nunca se aprobó el punto de inspección federal, pese a sostenerse pláticas con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno federal.

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