Coronavirus. Bélgica vuelve a la vida… de a poco

Redacción

Finalmente este lunes llegó el tan anhelado día. La capital de Europa, junto con el resto del reino belga, arrancó la primera fase para suprimir las medidas extraordinarias decretadas por la crisis del coronavirus.

Sin sorpresas, ni acciones aventureras o innovadoras, Bélgica dio el banderazo de salida al lento y escalonado levantamiento del estado de alarma sanitaria, en vigor desde el 14 de marzo.

Las autoridades se mantienen dentro del guion redactado hasta ahora por los países de la delantera, como Austria y Dinamarca, que marcan el paso desde el 14 de abril, seguidos por Alemania, que emprendió el desconfinamiento seis días después, y Holanda que abrirá bajo reglas específicas museos, cines, teatros y restaurantes el 1 de junio.

Las guarderías, que en las últimas siete semanas fueron solidarias cuidando de los hijos de enfermeras, doctores y policías, el personal en la primera línea de fuego contra la pandemia, volvieron a recibir a los pequeños.

Los jardineros, plomeros, electricistas y trabajadores de la construcción también retornaron a sus funciones; al igual que los comercios de productos industriales y las ferreterías, que en su día de apertura lucían a sus puertas una fila de clientes guardando la “sana distancia”.

En las calles adoquinadas cercanas a la elegante Gran Plaza, hay casas chocolateras que lucen nuevamente sus suculentas creaciones, al tiempo que algunas licorerías y tiendas de recuerdo han retirado su cartel de cerrado.

La reapertura va acompañada de la alteración del paisaje urbano, el uso de tapabocas es obligatorio en el transporte público. En la Estación Central de Trenes, mensajes visuales y de audio en francés, neerlandés y alemán recuerdan al viajero la medida obligatoria.

“Al menos ahora tengo algo para pasar el día. Mucha gente no sabe que debe usar la mascarilla, así que hay que estarles recordando”, dice a este diario Mirjam, trabajadora de la Sociedad Nacional de los Ferrocarriles Belgas (NMBS, por sus siglas en neerlandés). En este amanecer del nuevo normal, la movilidad en el tren, el autobús, tranvía y Metro sigue siendo a cuentagotas; lo mismo ocurre en el barrio europeo, la zona financiera y el casco viejo, en donde la serenidad y el silencio conviven con la presencia de tanquetas blindadas y los patrullajes urbanos de militares armados con armas largas.

coronavirus_belgica_eluniversal__0.jpg


Una joven violinista da un recital desde la institución académica Queen Elisabeth Music Chapel, en Bélgica. Foto: STEPHANIE LECOCQ. EFE

La “aparente” tranquilidad contrasta con el notable aumento de la circulación en las principales arterias viales, y la vida de calle en municipios populares, como Molenbeek, mundialmente conocido por haber sido guarida de los autores de los sanguinarios atentados yihadistas en París y Bruselas, en 2015 y 2016. En algunos puntos del vecindario el ambiente era a mediodía de verdadera anarquía con relación a las medidas básicas de distanciamiento social.

Bélgica parece haber dejado atrás el pico de la pandemia por Covid-19. La cifra de casos clínicos supera los 51 mil casos y las defunciones suman al menos 8 mil 415.

La siguiente fase está prevista para el 10 y 11 de mayo.

A partir del Día de la Madre será posible visitar otro domicilio, aunque el anfitrión no podrá recibir a más de cuatro personas al mismo momento. El lunes, nuevamente se podrá ir de shopping, aunque bajo estrictas reglas. Únicamente se permite la entrada a un cliente por 10 metros cuadrados y por un tope de 30 minutos. El uso de mascarilla será obligatorio.

Para la primera ministra, Sophie Wilmes, el distanciamiento físico con respecto a aquellos que se aman, ha resultado en algunos casos insoportable, de ahí la decisión de ampliar los contactos sociales a partir del domingo.

El regreso a las aulas

El retorno a clases está programado para el 15 y 18 de mayo; comenzarán con los estudiantes de primaria y conforme a la capacidad de cada escuela para garantizar la seguridad de pupilos y maestros, el tope es de 10 por clase.

Si el indicador de contagio sigue su curso a la baja, es probable que el 8 de junio se abran las fronteras.

Para el sector restaurantero y cultural, por lo pronto la autoridad no ha ofrecido ninguna perspectiva. Los cafés, museos, teatros, cines y parques de diversión continúan cerrados.

El escenario aún es peor para la industria del entretenimiento masivo, no habrá conciertos, festivales y el futbol profesional al menos hasta el 31 de agosto.

Noticias

Síguenos en redes