“El desafío es recobrar la confianza del cliente”, explican hoteleros

Redacción

A causa del coronavirus, la llegada de turistas internacionales en América cayó 15% de enero a marzo de 2020, tras crecer 2% en el primer trimestre del año pasado en comparación con el mismo periodo de 2018. Enfrentada al grave panorama, la industria quedó obligada a gestar vías novedosas de mercadotecnia con estricto apego a una regla básica: garantizar la seguridad sanitaria del cliente.

Las cifras reveladas por la Organización Mundial del Turismo desnudaron el efecto todavía preliminar del Covid-19 en ese estratégico rubro, a la espera de los números rojos de abril a junio y en zozobra por los del segundo semestre.

Inmovilizado por la crisis —que provocó el cierre total o parcial de aeropuertos, puertos marítimos y fluviales, así como fronteras terrestres para prevenir la difusión de la enfermedad—, el crucial sector aún viaja por una incesante turbulencia socioeconómica generada por el inesperado fenómeno. Para salir de la sacudida con la cancelación temporal de labores, resurgirían tarifas, ofertas y servicios adaptados a los retos de la postpandemia.

“El principal

[desafío] es recobrar la confianza de la clientela, [aunque] esto va a ser muy lento (…) En la medida en que se reabra el transporte aéreo, paulatinamente se irá ganando terreno.

“Sin embargo, calculamos que antes de un año no estaremos operando con cierta normalidad”, explicó a EL UNIVERSAL Gustavo Toro, presidente de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia.

La ocupación hotelera en ese país, dijo, es de 3%, con 110 mil empleos en riesgo de perderse y 90% de los hoteles cerrados.

La cadena del turismo, detalló, debe definir las medidas de bioseguridad que se requieren para autorizar la operación del transporte aéreo y terrestre: “Esta es la última pieza que falta para que se despeje el horizonte del sector”.

Darius Morgan, vicepresidente de Crillon Tours, firma con 62 años de experiencia en turismo en Bolivia, señaló: “América Latina y El Caribe tienen que prepararse para la nueva normalidad. [Se tiene que] entender que los viajes serán un privilegio que busca enriquecer la vida y cambiar el espíritu.

“Debemos hacer una promoción conjunta del área para resaltar las ventajas de cada país. Sabemos que apenas las personas salgan de la cuarentena, renacerá el deseo de libertad y de sueños, del genuino placer de un viaje y esto ha de convertirse en un nuevo boom del siglo XXI”.

Por ello, pronosticó que el turismo va a volver con muchísima fuerza en 2021.

Centenares de miles de empresas turísticas en América suspendieron operaciones para acoplarse a las reglas de cuarentena, aislamiento, separación corporal, resguardo preventivo y obligatorio o confinamiento sugeridas u ordenadas por la mayoría de gobiernos para evitar la propagación del virus.

No obstante, muchos fracasaron y quedaron noqueados o perecieron en el combate, así le sucedió a Antojitos, restaurante con 48 años de existencia como un punto tradicional de la gastronomía mexicana en Costa Rica: por el azote económico del brote cerró y cesó a 21 trabajadores.

“Tocamos las puertas de varios bancos para inyectar capital [y solventar la crisis, pero] los muchos requisitos impiden salir a flote en un tiempo prudente”, narró la costarricense Muni Figueres, gerente de la firma, al anunciar la muerte del negocio capitalino por culpa del virus.

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