Redacción

Hoy inicia la “semana de transición hacia el semáforo naranja” en la Ciudad de México en medio de una cotidianidad muy parecida a la vieja realidad. En los últimos días los fotoperiodistas cubrieron la manifestación para pedir justicia por las agresiones policiacas en contra de la joven Melanie, así como los saqueos, y la fuerte lluvia con granizo que colapsó ese 8 de junio a capital del país. También han sido testigos de cómo las autoridades siguen implementando medidas para atender a los pacientes de Covid-19 que, según la Secretaría de Salud del gobierno federal, al 12 de junio hay registro de 139 mil 196 casos confirmados acumulados; y de cómo en los panteones siguen creciendo el número de entierros. La última cifra oficial es de 16 mil 448 muertos en todo el país.
 

Saqueo en Avenida Juárez. 8 de junio. Adriana Hernández

El día de la manifestación para pedir justicia por Melanie, la chica que fue agredida por policías el 5 de junio, yo estaba realizando otras imágenes que me pidieron en la redacción, pero me encontraba por la zona y fui a ver a mi compañera Berenice Fregoso, fotógrafa, porque era su primer día de trabajo luego de que hace tres meses fue lesionada en la marcha del 8 de marzo, cuando lanzaron petardos y bombas molotov en Palacio Nacional. Ella estaba bien, haciendo su trabajo, pero somos un equipo muy solidario y preferimos mantenernos cerca para cuidarnos por cómo se estaban desarrollando las cosas, los manifestantes estaban impidiendo que los medios hicieran registros, si te veían con una cámara te bloqueaban o te lanzaban el polvo de los extintores. En avenida Juárez saquearon una tienda, entre la multitud pude ver a una pareja que salió con varias cosas, los seguí para ver lo que habían sacado, eran chelas y papas; la mirada del chico hacia la joven es como de complicidad, fue como si pensaran que ya tenían lo necesario.
 

Manifestación por Melanie. 8 de junio. Adriana Hernández

Me incorporé a la manifestación para pedir justicia por Melanie a la altura del Senado de la República, cuando íbamos por la glorieta a Colón ya habían roto muchos vidrios y había sido muy complicado hacer fotografías porque siempre que te identificaban como prensa se ponían muy agresivos. En algún momento muchos se agacharon, pensé que iban a levantar los puños como en las manifestaciones en Estados Unidos por la muerte de George Floyd, así que me quedé en medio de la avenida frente a ellos, de pronto comenzaron a correr hacia mí, empecé a disparar la cámara y a correr en reversa, pero me giré rápidamente porque creí que podría caerme e iban a pasar encima de mí. En las marchas hemos aprendido a cuidarnos más, en mi caso siempre aviso en dónde estoy, además hemos creado grupos de chats para monitorearnos y avisarnos sobre lo que está ocurriendo en distintos puntos.  

Limpia del Hemiciclo a Juárez. 8 de junio. Berenice Fragoso.

Inmediatamente después del paso de los manifestantes por la agresión a Melanie, personal de limpia de la Ciudad de México se dieron a la tarea de borrar con solvente el Hemiciclo a Juárez.

Fui a cubrir la manifestación para pedir justicia por Melanie y en la avenida Juárez comenzaron a quitar las vallas del Hemiciclo a Juárez, querían hacer pintas en el monumento, eran muchos jóvenes, unos las estaban derrumbando y muchos otros estaban bloqueando a fotógrafos y camarógrafos, fue muy difícil acercarnos más. Finalmente se retiraron y siguieron avanzando, unos cuantos minutos más tarde llegó el personal de limpieza y comenzaron a trabajar. El olor de los líquidos que usaban era fuerte, olía como a solvente, también echaron agua a presión. Me interesó lo que hacen esas personas, en una marcha el personal de limpieza es casi siempre el más olvidado.

En la imagen un señor que está limpiando los ojos de un león me dijo: “orita queda”. He estado en muchas manifestaciones y creo que en esta ocasión estaban muy organizados para bloquear a los periodistas. Lo primero que saquearon fue una cafetería, creo que lo que les interesaba era sacar los extintores para después usarlos contra nosotros o contra quien estuviera haciendo registros gráficos.  Llevé cubrebocas, lentes y una gorra, traté de mantener todas las precauciones en todo momento, por momentos fue muy complicado, especialmente para respirar porque con la caminata, con la adrenalina, te agitas y necesitas respirar más fuerte. Fue una cobertura muy compleja. 

Música para un funeral. 7 de junio. Diego Prado

Un grupo de músicos se ganan las vida tocando en el panteón de Xico, en Valle de Chalco. tocan canciones a familiares de difuntos. Mencionan que en las últimas semanas han llegado más difuntos al área que compro el municipio por su sobre saturación

Mi compañera Gisela Castillo y yo fuimos a cubrir la historia de Los sepultureros de Valle, un grupo de música norteña de Valle de Chalco que acompaña a las familias durante el sepelio de quienes murieron por Covid-19 o por sospecha, y por otras causas. Ellos trabajan en el Panteón Municipal de Xico y durante el tiempo que estuvimos ahí hubo siete entierros, dos de ellos eran de Covid y lo sabemos porque los féretros estaban recubiertos. Los músicos ofrecen sus servicios desde hace muchos años y se acercan a las familias para preguntarles si desean alguna canción, no todos aceptan, ese día cantaron tres entierros. En el caso de los que sí los contratan la energía que produce la música es muy fuerte, el momento es más intenso cuando las personas escuchan y cantan canciones como “Amor eterno” o cualquier otra de Los tigres del norte. Entendemos que se trata de algo muy difícil para las personas, así que nos mantuvimos a la distancia por respeto y es duro escuchar el dolor de la gente y ver cómo en cuatro horas hubo siete entierros. La imagen que tomé es uno de los músicos caminando entre las tumbas, me interesó captar la silueta del músico cargando su guitarrón, parecía tan grande como la lápida que se observa de lado izquierdo.

De Centro de convenciones a hospital. 11 de junio. Jorge Alvarado

En el Estado de México adaptaron el Centro de Convenciones y Exposiciones de Toluca como un hospital, fui a hacer el registro de la habilitación que están realizando, en este momento aún no está ofreciendo servicios. El centro está ubicado junto al C5 de la Secretaría de Seguridad, mide 3 mil 500 metros y además del equipamiento, fue dividido en 160 camas de hospitalización y 50 con oxígeno, en caso de ser necesario. En la foto que tomé se observa a trabajadores adaptando las camas y colocando todos los insumos, no pude platicar con ellos porque el trabajo tenía que hacerse rápidamente para no interferir con sus labores.  Me preocupó un poco el lugar porque es muy grande, es decir, entiendo que se trata de una medida de prevención en caso de necesitar más hospitales, pero espero no tener que volver para hacer un registro de cómo se ha llenado de pacientes. 

Pruebas para nuevo crematorio. 11 de junio. Diego Simón.

En la alcaldía Álvaro Obregón en el Panteón Tarango están realizando pruebas para echar a andar un crematorio con un sistema que no permitirá que se liberen partículas del cuerpo al aire y está planeado usarlo para cadáveres de personas fallecidas por Covid-19. La prueba se hizo con el cadáver de un cerdo, estaba metido en una blanca que se puede apreciar en la imagen, era muy grande, no sé cuánto podría pesar, tal vez más de 100 kilos, nos dijeron que la cremación iba a durar más de tres horas. Los trabajadores usaron todo el equipo, sus máscaras, caretas, mandiles, trajes especiales, guantes, y nos estaban explicando que el horno debía a estar a 800 grados centígrados para que pudiera funcionar correctamente. Cuando llegamos ya estaba todo casi listo para comenzar la incineración. He cubierto muchas zonas de la Ciudad de México durante esta cuarentena, pero no había ido a esa alcaldía, espero que el crematorio funcione como esperan, pero ojalá que no haya la demanda que se prevé.
 

Granizo en la Ciudad de México. 8 de junio. Valente Rosas.

El lunes me dirigía a la conferencia de prensa del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Iba ya por el Centro Histórico cuando comenzó la lluvia y me resguardé en la marquesina de una cafetería para aprovechar y mandar el material que tenía de la manifestación que había ocurrido horas antes para pedir justicia por Melanie, pero muy pronto empezó a granizar. El granizo se diluye muy rápidamente, si no tomas una fotografía en el instante no lo puedes captar, así que estaba en el momento exacto, la cantidad de granizo era tal que me tuve que subir a una jardinera. Cuando paró seguí caminando para tomar más imágenes, llegué al Zócalo y vi un camión vactor que se usa para el desazolve, fue sorprendente ver la gran cantidad de granizo, parecía como si hubiera caído nieve.