¿Sabes qué es la ingeniería forense?

Redacción

Al escuchar la palabra “forense” a todo el mundo le vienen a la cabeza imágenes de series o películas policíacas en las que el hilo conductor siempre tiene que ver con la resolución de algún asesinato. En este argumento siempre aparece una persona que parece tener la solución a los problemas o misterios más complejos que no podemos resolver a simple vista: el médico o la médico forense. Su misión y profesión no es otra que descubrir -aplicando sus conocimientos técnicos- qué le ha pasado al cuerpo que tiene delante; cómo ha muerto; o qué le ocurrió en sus últimos momentos con vida. Pues bien, la ingeniería forense hace algo muy similar, solo que en lugar de investigar otras personas, se encarga de analizar materiales, estructuras, componentes o sistemas enteros que sufren un fallo o que directamente dejan de funcionar, pudiendo por ejemplo provocar accidentes. 

La Ingeniería Forense es, por lo tanto, la rama de la ingeniería encargada de investigar las causas y las consecuencias de un fallo, con el objetivo último de evitar que vuelva a producirse en un futuro. También permite de esta forma resolver conflictos de responsabilidad que en última instancia pueden terminar en los tribunales, ya que a veces las personas responsables de estos fallos pueden incurrir en delitos civiles o penales. Gracias al uso de técnicas especializadas y de la experiencia, estos/as profesionales consiguen determinar qué ocurrió yendo a la raíz del problema, y proponen soluciones. Existen empresas especializadas como Infinitia Research, que proporcionan este tipo de servicios. 

Pero ¿cómo consigue la ingeniería forense llegar a las causas de un asunto que a priori parece un accidente? Bien, en primer lugar, los accidentes ocurren, pero casi siempre ha habido algún fallo por el camino. Por lo general, lo que produce un error o accidente que puede ser fatal, es solo el último eslabón de una cadena. Ya se ha visto en numerosas ocasiones como, por ejemplo, cuando descarrila un tren, la responsabilidad no es solo del maquinista que cometió un error humano, sino que había una falla en las vías, en la señalización, en el sistema de frenos, etc. 

Entonces, para llegar al origen de cada asunto, esta rama de la ingeniería pasa por diferentes etapas. En primer lugar, se realiza un análisis pormenorizado de los fallos. El fin es determinar cómo se produjo el error, ya sea en un sistema de producción o en un producto en concreto. En este punto ya es posible señalar dónde, en qué momento de la cadena de producción, se produjeron los errores. Podremos por lo tanto comenzar a depurar responsabilidades. 

En segundo lugar, las personas expertas en este campo comienzan con lo que se conoce como “ingeniería inversa”. Esto es, analizan los productos de mercado con el objetivo de conocer su composición, su funcionamiento, y todo lo que sea necesario para poder proponer un diseño mejor y más eficaz. Puede conseguirse cambiando el diseño o simplemente el tipo de materiales, para hacerlo más seguro. En esta fase no se observa solo el producto en cuestión, sino que también resulta útil analizar cómo están elaborados los productos o servicios de la competencia; para imitar sus aciertos o evitar sus fallos. 

Y es que en muchas ocasiones los materiales resultan ser claves a la hora de determinar las causas y consecuencias de un accidente de este tipo, y por lo tanto también para ayudar a prevenirlo en el futuro. 

Así, una investigación forense de este tipo, debe dar lugar a una serie de resultados tangibles. En primer lugar, el esclarecimiento del suceso, buscando si se trata de una avería que pueda repetirse. En segundo lugar, esto conlleva a la reclamación de garantías o determinación de responsabilidades, que pueden quedarse en la empresa o ser ya judiciales. Por último, si es necesario se hará una reclamación de daños.

La ingeniería forense también realiza valoraciones forenses de daños, para poder cuantificar cuánto ha costado el daño en las infraestructuras o procesos afectados. Por otra parte, esto puede aplicarse incluso a cuando se producen retrasos en una construcción. La valoración del experto o de la experta forense podrá determinar cuánto se ha perdido o se ha dejado de ganar por culpa de ese retraso, ya que no deja de ser la consecuencia de un error, o de un imprevisto.

Lo bueno de contar con profesionales de la ingeniería forense cuando ocurre un accidente o un fallo de origen aparentemente desconocido, es que propondrán una solución concreta al problema, además de haber estudiado la causa. En definitiva, detrás de los fallos, siempre hay una o varias causas evitables que es posible analizar utilizando las técnicas cada vez más sofisticadas de la ingeniería forense.