Teletrabajo ¿llego para quedarse?

Redacción

Antes de la pandemia de coronavirus, algunas empresas en Estados Unidos ya habían experimentado con el trabajo desde casa con resultados no muy favorables, ya fuera por falta de compromiso del empleado o la falta de  metodologías y apoyos en una realidad prefabricada. 

Hoy ya no es un experimento, sino una realidad que ha exigido a un gran porcentaje de empleados y empleadores reorganizarse, reinventarse y adaptar sus capacidades de trabajo desde casa de manera urgente y a sabiendas de que no hay otro camino, al menos por el momento. Y aunque decenas de miles de personas la están pasando mal o muy mal, especialistas consultados coinciden en que es importante comprender que habrá que hacer un esfuerzo superior para que la vida vuelva a tener el mismo sentido de antes de la pandemia.

De acuerdo con la “Encuesta de Prestaciones a Empleados” realizada por la “Sociedad para la gestión de Recursos Humanos” (SHRM por sus siglas en ingles) en 2019, en Estados Unidos 42% de las empresas ofrecía un tiempo parcial de trabajo desde casa para el desempeño de las actividades de sus empleados; 27% lo hacía de tiempo completo. “Gartner”, una empresa de investigación y asesoramiento dio a conocer que actualmente cerca del 90% de las empresas cuyas actividades lo permiten tienen a una gran mayoría de sus empleados trabajando en casa desde marzo pasado. 

“Ya nos avisaron que no vamos a volver a la oficina en lo que resta del 2020 y que debemos seguir como estamos trabajando desde casa”, comenta a Luisa Aub, arquitecta y diseñadora técnica en un despacho de arquitectura. “Será en enero de 2021 cuando sepamos qué sigue, pero es muy posible que continuemos y eventualmente podría convertirse en una constante y quedarnos en esta ‘nueva realidad’, una nueva manera de desarrollarnos”, dice esta profesionista mexicana de 28 años, quien estudió en Nueva York y actualmente vive en Miami. 

“Nosotros -la empresa donde trabaja- fuimos de los primeros -en Florida- en hacer la transición de trabajar desde casa y la verdad es que se nos facilitó bastante, ya que ellos -los directivos de la empresa- nos dieron la misma laptop que usábamos en la oficina; básicamente porque en arquitectura usamos programas muy específicos, entonces eso ha hecho que todo el proceso sea más fácil”, describe Aub. 

Para otras profesiones no ha sido tan cómodo. “No es fácil estar en medio de tu ‘hábitat’ personal todos los días hablando sobre inversiones y finanzas con clientes que están preocupados por sus inversiones y otros que queremos captar, en medio de toda esta circunstancia”, comenta Ever Vidaurri, quien es asesor financiero, especialista en inversiones. “Hay actividades -profesionales- como la que yo manejo y que tiene enorme influencia en la realidad de este momento; porque la apertura o cierre de inversiones puede levantar o tumbar negocios y eso se traduce en empleos y actividad económica”, señala este especialista radicado en Miami, de padres mexicanos. 

Sin duda uno de los factores más delicados para respetar el “quédate en casa” es la manutención familiar y personal. Si no hay suficientes recursos, la gente tiende a salir a buscar y en esta situación, los riesgos aumentan considerablemente. “Yo trabajaba en una tienda de venta de muebles, no muy grande, pero cerraron y ahora vivo del desempleo -mensualidad que da el gobierno a desempleados por Covid19-. No puedo más, chico”, comenta Pablo Rivera, un cubanoamericano. “Es mucho tiempo encerrado y luego con mi ‘geba’ -mi mujer- esto es pa’volverse loco chico”. 

“La salud mental es tan importante como la salud física”, señala Martha Beatriz Kuri; “en el contexto de la pandemia, la salud mental ha afectado a millones de personas, ha deteriorado su estado anímico y emocional. Urge que los gobiernos pongan atención en esta parte de la salud mental y ponerlo como algo prioritario”, asegura la especialista en psicología clínica. “Realmente veo a muchísimas personas afectadas; y es que la falta de control sobre tu vida te da desesperanza e incertidumbre. Incluso puede llevarte a un estrés crónico que afecta a la larga al cerebro. Porque está demostrado que un estrés por mucho tiempo afecta al hipotálamo y -entre otras cosas- después tienen problemas para la memoria, es muy importante controlar esa parte. La ansiedad paraliza y eso los lleva a inactivar la toma correcta de decisiones. 

El permanecer y trabajar en casa también ha derivado en otro fenómeno. Una mala nutrición, combinada con falta de ejercicio. La dieta, en esta pandemia, “recae en grasas saturadas, bajas en vitaminas, muy poca fibra”, señala la doctora Gisele Hernández, especialista en nutrición. 

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